Esta reflexión es de Good News Ministries @ https://gnm-es.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/?useDrDate=2021-09-18
🎧Escucha esta reflexión @ https://reflexionesbuenasnuevas.podbean.com/e/09-19-21/
La ambición personal es un pecado porque trata de arrebatarle el éxito a los demás.
25to. Domingo del Tiempo Ordinario
Septiembre 19, 2021
Sabiduría 2, 12.17-20
Salmo 53, 3-6.8
Santiago 3, 16--4, 3
Marcos 9, 30-37
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091921.cfm
Venciendo los celos y la ambición egoísta
En las lecturas de este domingo, enfrentamos la maldad: los celos destruyendo lo que es bueno, el egoísmo causando daño a los demás, y el orgullo aplastando a aquellos que se cruzan en el camino.
La primera lectura habla del mal hecho por los extranjeros que oprimían a la nación israelita. En la lectura del Evangelio, Jesús predice el mal hecho por los extranjeros espirituales que estaban peleando contra Su ministerio. La carta de Santiago cita la mayor maldad de todas: la batalla dentro de la Iglesia -- cristianos contra cristianos.
Los celos y el egoísmo son, generalmente, la raíz bajo cada escándalo en la Iglesia, cada división en el plantel de una parroquia, cada discordia entre ministerios, cada voluntario molesto que se siente desplazado, cada relación rota en las familias cristianas, y cada actitud que hace que los católicos más débiles pierdan la fe -- ¡todo es maldad!
Para llegar a la raíz de cada problema de división, busca las ambiciones personales. Identifica, honesta y objetivamente, incluso las formas más sutiles para que puedas identificar los antídotos de Dios. Cuando ves la división en los demás, ¿te sientes triste por ellos? Si no es así, ¿por qué no? La respuesta, generalmente, yace en nuestro propio orgullo.
Jesús nos dio la cura para esto: "Si alguien desea ser el primero" (lo cual es un deseo motivado por nuestra ambición egoísta) "debe ser el servidor de todos."
La ambición egoísta es un pecado, porque trata de arrebatar el éxito de los demás. Santiago señaló que cualquier cosa que ambicionemos, si es buena, podemos tenerla, simplemente pidiéndoselo a Dios y trabajando en colaboración con el Espíritu Santo, para alcanzar nuestras metas -- pero no, si sólo lo deseamos para satisfacer nuestras propias pasiones egoístas.
Dios nos da aquello que pedimos cuando beneficiará a la comunidad parroquial, o a toda la familia, o a aquellos que fueron llamados a servir en nuestros ministerios. Cuando deseamos algo por lo bien que ayudará a otros (en lugar de para nuestro beneficio únicamente), este deseo es puro, pacífico, amable, complaciente y lleno de misericordia, y producirá buenos frutos.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Cuándo has sufrido por los celos y las ambiciones egoístas de los demás en la Iglesia? ¿Cómo afectó esto tu fe? ¿Te motivó para no cometer el mismo pecado?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Identifica cómo, los celos y las ambiciones egoístas, han sido la causa subyacente detrás de algún problema que observaste o experimentaste personalmente en la Iglesia. ¿Cómo pueden ser sanados estos escándalos, con un corazón puro, una respuesta pacífica, amabilidad, misericordia, y buenos frutos que transformen una tragedia en un triunfo?
Reflexiona más sobre este tema usando nuestra oración: "Oración para Usar la Armadura de Dios" en https://gnm-es.org/rezo/oraciones/armadura-de-dios/
Para recibir las Reflexiones de las Buenas Nuevas por correo o por mensaje de texto ve a https://gnm-es.org/reciba-las-reflexiones-diarias/
© 2021 por Terry A. Modica (Por favor, compártelo intacto.)
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La ambición personal es un pecado porque trata de arrebatarle el éxito a los demás.
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Salmo 53, 3-6.8
Santiago 3, 16--4, 3
Marcos 9, 30-37
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Venciendo los celos y la ambición egoísta
En las lecturas de este domingo, enfrentamos la maldad: los celos destruyendo lo que es bueno, el egoísmo causando daño a los demás, y el orgullo aplastando a aquellos que se cruzan en el camino.
La primera lectura habla del mal hecho por los extranjeros que oprimían a la nación israelita. En la lectura del Evangelio, Jesús predice el mal hecho por los extranjeros espirituales que estaban peleando contra Su ministerio. La carta de Santiago cita la mayor maldad de todas: la batalla dentro de la Iglesia -- cristianos contra cristianos.
Los celos y el egoísmo son, generalmente, la raíz bajo cada escándalo en la Iglesia, cada división en el plantel de una parroquia, cada discordia entre ministerios, cada voluntario molesto que se siente desplazado, cada relación rota en las familias cristianas, y cada actitud que hace que los católicos más débiles pierdan la fe -- ¡todo es maldad!
Para llegar a la raíz de cada problema de división, busca las ambiciones personales. Identifica, honesta y objetivamente, incluso las formas más sutiles para que puedas identificar los antídotos de Dios. Cuando ves la división en los demás, ¿te sientes triste por ellos? Si no es así, ¿por qué no? La respuesta, generalmente, yace en nuestro propio orgullo.
Jesús nos dio la cura para esto: "Si alguien desea ser el primero" (lo cual es un deseo motivado por nuestra ambición egoísta) "debe ser el servidor de todos."
La ambición egoísta es un pecado, porque trata de arrebatar el éxito de los demás. Santiago señaló que cualquier cosa que ambicionemos, si es buena, podemos tenerla, simplemente pidiéndoselo a Dios y trabajando en colaboración con el Espíritu Santo, para alcanzar nuestras metas -- pero no, si sólo lo deseamos para satisfacer nuestras propias pasiones egoístas.
Dios nos da aquello que pedimos cuando beneficiará a la comunidad parroquial, o a toda la familia, o a aquellos que fueron llamados a servir en nuestros ministerios. Cuando deseamos algo por lo bien que ayudará a otros (en lugar de para nuestro beneficio únicamente), este deseo es puro, pacífico, amable, complaciente y lleno de misericordia, y producirá buenos frutos.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Cuándo has sufrido por los celos y las ambiciones egoístas de los demás en la Iglesia? ¿Cómo afectó esto tu fe? ¿Te motivó para no cometer el mismo pecado?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Identifica cómo, los celos y las ambiciones egoístas, han sido la causa subyacente detrás de algún problema que observaste o experimentaste personalmente en la Iglesia. ¿Cómo pueden ser sanados estos escándalos, con un corazón puro, una respuesta pacífica, amabilidad, misericordia, y buenos frutos que transformen una tragedia en un triunfo?
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Good News Ministries en Espanol
Reflexiones de las Buenas Nuevas @ Good News Ministries
Trayendo Buenas Nuevas. Las edificantes reflexiones de Terry Modica hacen que las Escrituras de la Misa Diaria sean significativas para tu vida diaria.
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Todo lo que hacemos debería revelar la luz de Cristo.
Lunes de la 25ta. Semana del Tiempo Ordinario
Memoria de Santos Andrés Kim Tae-gon, presbítero, Pablo Chong Ha-sang y compañeros, mártires
Septiembre 20, 2021
Esdras 1, 1-6
Salmo 126 (125), 1b-6
Lucas 8, 16-18
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092021.cfm
Deja que tu luz brille
Jesús dice en la lectura del Evangelio de hoy que nadie enciende una lámpara para esconderla. Tú y yo -- nuestras vidas han sido iluminadas por Cristo, y por supuesto queremos que otros se beneficien de ella. La buena noticia es tan buena que queremos poner a Jesús a disposición de aquellos que buscan más luz para sus propios caminos. Queremos ponernos donde los otros puedan ver a Jesús brillando en nosotros para que su fe crezca.
Las personas que nos rodean deben tener acceso a las razones por las que Jesús ha hecho una diferencia en nuestras vidas, para que puedan ser elevadas por nuestro ejemplo y nuestro testimonio.
Curiosamente, Jesús conecta esto con otro importante principio de nuestra fe: "A los que tienen, se dará más". Piensa en la palabra "responsabilidad" para entender por qué Dios daría más a aquellos que ya tienen mucho. Cuando reconocemos nuestras responsabilidades al difundir la luz de Cristo, nos damos cuenta de oportunidades adicionales para revelar a Cristo a los demás.
Las oportunidades ocurren todos los días en nuestras circunstancias ordinarias. Todo lo que hacemos debe revelar la luz de Cristo. Aquellos que no toman en serio la necesidad y la importancia de compartir esta luz están ocultando sus lámparas bajo las camas de la pereza.
¿Quién a tu alrededor está sufriendo una tragedia o dificultad? Ellos están instintivamente buscando una luz que los lleve a la esperanza, al amor, a la curación y a la restauración de la bondad. ¿Qué estás haciendo para darles más de la iluminación de Cristo?
¿Quién a tu alrededor no tiene suficiente fe? Ellos quieren estar seguros de que Dios se preocupa; están listos para crecer. ¿Dirás que sí a las responsabilidades que Dios ha puesto delante de ti para marcar la diferencia?
Hay muchas razones por las que escondemos nuestras lámparas. Quizás asumamos que la evangelización es responsabilidad de otra persona. O miramos la oscuridad de los demás y nos sentimos inadecuados; esto viene de desconfiar de la capacidad de Cristo para iluminar a otros a través de nosotros. O tememos el rechazo y la persecución. En cada caso, permitimos que la oscuridad del desánimo, la negatividad y la desesperanza se difundan. Nuestra luz se desvanece.
Pero cuando permitimos que la luz de Cristo se haga cargo de nuestras vidas tan intensamente que nos cambie, naturalmente crece nuestra preocupación por los demás y por su nivel de fe. Disfrutamos abriéndonos a los demás para que puedan ver a Jesús brillando en nosotros.
Si no te sientes preparado para usar las oportunidades actuales para dejar que Cristo brille en ti, aprovecha la gracia extra que está disponible en el Sacramento de la Reconciliación para convertirte en la luz que estás destinado a ser. Deja que tu preocupación por los demás sea el combustible para tu luz.
Lee más sobre este tema en nuestro PalabrasVivas: "Compartiendo la Luz de Cristo" en https://gnm-es.org/ministerio-de-los-laicos/ministerio-compartiendo-la-luz-de-cristo/.
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Salmo 126 (125), 1b-6
Lucas 8, 16-18
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Deja que tu luz brille
Jesús dice en la lectura del Evangelio de hoy que nadie enciende una lámpara para esconderla. Tú y yo -- nuestras vidas han sido iluminadas por Cristo, y por supuesto queremos que otros se beneficien de ella. La buena noticia es tan buena que queremos poner a Jesús a disposición de aquellos que buscan más luz para sus propios caminos. Queremos ponernos donde los otros puedan ver a Jesús brillando en nosotros para que su fe crezca.
Las personas que nos rodean deben tener acceso a las razones por las que Jesús ha hecho una diferencia en nuestras vidas, para que puedan ser elevadas por nuestro ejemplo y nuestro testimonio.
Curiosamente, Jesús conecta esto con otro importante principio de nuestra fe: "A los que tienen, se dará más". Piensa en la palabra "responsabilidad" para entender por qué Dios daría más a aquellos que ya tienen mucho. Cuando reconocemos nuestras responsabilidades al difundir la luz de Cristo, nos damos cuenta de oportunidades adicionales para revelar a Cristo a los demás.
Las oportunidades ocurren todos los días en nuestras circunstancias ordinarias. Todo lo que hacemos debe revelar la luz de Cristo. Aquellos que no toman en serio la necesidad y la importancia de compartir esta luz están ocultando sus lámparas bajo las camas de la pereza.
¿Quién a tu alrededor está sufriendo una tragedia o dificultad? Ellos están instintivamente buscando una luz que los lleve a la esperanza, al amor, a la curación y a la restauración de la bondad. ¿Qué estás haciendo para darles más de la iluminación de Cristo?
¿Quién a tu alrededor no tiene suficiente fe? Ellos quieren estar seguros de que Dios se preocupa; están listos para crecer. ¿Dirás que sí a las responsabilidades que Dios ha puesto delante de ti para marcar la diferencia?
Hay muchas razones por las que escondemos nuestras lámparas. Quizás asumamos que la evangelización es responsabilidad de otra persona. O miramos la oscuridad de los demás y nos sentimos inadecuados; esto viene de desconfiar de la capacidad de Cristo para iluminar a otros a través de nosotros. O tememos el rechazo y la persecución. En cada caso, permitimos que la oscuridad del desánimo, la negatividad y la desesperanza se difundan. Nuestra luz se desvanece.
Pero cuando permitimos que la luz de Cristo se haga cargo de nuestras vidas tan intensamente que nos cambie, naturalmente crece nuestra preocupación por los demás y por su nivel de fe. Disfrutamos abriéndonos a los demás para que puedan ver a Jesús brillando en nosotros.
Si no te sientes preparado para usar las oportunidades actuales para dejar que Cristo brille en ti, aprovecha la gracia extra que está disponible en el Sacramento de la Reconciliación para convertirte en la luz que estás destinado a ser. Deja que tu preocupación por los demás sea el combustible para tu luz.
Lee más sobre este tema en nuestro PalabrasVivas: "Compartiendo la Luz de Cristo" en https://gnm-es.org/ministerio-de-los-laicos/ministerio-compartiendo-la-luz-de-cristo/.
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Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal.
Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista
Septiembre 21, 2021
Efesios 4, 1-7.11-13
Salmo 19 (18), 2-5
Mateo 9, 9-13
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092121.cfm
El mensaje de amor vence al mal
En el Salmo responsorial de hoy proclamamos, "Por toda la Tierra se extiende su mensaje." El salmista nunca imaginó que la tecnología de hoy haría posible, más que nunca, la evangelización. Pero - ¿Cuál es nuestro mensaje en el mundo de hoy, para las necesidades actuales, para la gente de hoy?
Observa lo que San Pablo nos dice en la primera lectura de hoy; aquí está el centro de nuestro mensaje. ¿Y por qué este mensaje es tan importante para difundirlo por toda la Tierra? ¿En todo el mundo hoy?
Porque le pone un freno a la maldad. Es la salvación del mundo. No estamos llamados a quedarnos sentados y a esperar la Segunda Venida de Cristo, confiados en que un futuro Jesús sacará al mal. Jesús ya está aquí: en nosotros. Somos el cuerpo terrenal de Cristo, y ¡tenemos un mensaje que ya está expulsando al mal! Es un mensaje de amor, que tiene el poder de cambiar al mundo y esto sucede cada vez que Jesús, por medio de nosotros, llega a los demás, les habla a otros a través de nosotros, y nos capacita para ser como él, para que nosotros realmente vivamos el mensaje.
¿Te has preguntado por qué Dios "permite" que continúe el mal? No es su culpa.
Jesús ganó la batalla contra el mal hace más de 2000 años, cuando conquistó el poder del pecado viviendo una vida santa, cargando nuestros pecados hasta la Cruz y superando a la muerte y a la destrucción por medio de su resurrección. Estamos llamados a aprender de su ejemplo y a actuar conforme a él.
Hoy traemos la misma victoria al mundo al "vivir una vida digna de nuestro llamado," tratando a los demás (a todos los demás) con "humildad, amabilidad y paciencia, aceptándose mutuamente con amor" gracias al poder del Espíritu Santo de Cristo "que es la fuerza vinculante de la paz." Así es como derrotamos al mal utilizando el poder de Jesús.
Mandar fuerzas militares contra dictadores malignos y grupos terroristas nos puede dar algo de protección y calma internacional, pero de manera temporal, pero, sin embargo, este tipo de victoria no detiene al mal de la violencia, ni a las fuentes demoníacas de la maldad. Tanto nosotros como nuestros enemigos tenemos que desear vivir juntos en paz, y así las calcomanías de los autos con los lemas "dale una oportunidad a la paz" y "hagan el amor no la guerra" tendrán sentido.
De igual modo, poner a los criminales en prisión no detendrá al mal que ellos le hacen a la sociedad, no es suficiente: no los salva a ellos de sus pecados, ni sana el daño que le hicieron a otros. Y la pena de muerte con seguridad no detendrá al mal.
En el pasaje del Evangelio de hoy, vemos a un hombre que merecía ser castigado. Y la gente (y su dinero) tenía que ser protegida de él. Durante la ocupación Romana, los recaudadores de impuestos judíos hicieron un modo de vida de esa actividad, al sobrevaluar los impuestos que le cobraban a su propia gente y quedándose con el vuelto. Siendo un recaudador exitoso, Mateo era tramposo, mentiroso, traidor y ladrón. ¿Conoces a algunos tramposos y mentirosos? ¿Te ha traicionado alguien? ¿Te han robado?
Jesús vio más allá de los pecados de Mateo y encontró un lugar en su corazón, donde todavía había bondad. Si queremos conquistar al mal, es ahí donde nosotros también debemos mirar. Dentro de cada uno -- aún los terroristas, asesinos, los que dispararon en la última masacre en su lugar natal -- hay una joya preciosa, el tipo de persona que Dios creó, cuando los hizo a su propia imagen, en el momento que fueron concebidos dentro del vientre materno.
[Continúa ...]
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Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal.
Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista
Septiembre 21, 2021
Efesios 4, 1-7.11-13
Salmo 19 (18), 2-5
Mateo 9, 9-13
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El mensaje de amor vence al mal
En el Salmo responsorial de hoy proclamamos, "Por toda la Tierra se extiende su mensaje." El salmista nunca imaginó que la tecnología de hoy haría posible, más que nunca, la evangelización. Pero - ¿Cuál es nuestro mensaje en el mundo de hoy, para las necesidades actuales, para la gente de hoy?
Observa lo que San Pablo nos dice en la primera lectura de hoy; aquí está el centro de nuestro mensaje. ¿Y por qué este mensaje es tan importante para difundirlo por toda la Tierra? ¿En todo el mundo hoy?
Porque le pone un freno a la maldad. Es la salvación del mundo. No estamos llamados a quedarnos sentados y a esperar la Segunda Venida de Cristo, confiados en que un futuro Jesús sacará al mal. Jesús ya está aquí: en nosotros. Somos el cuerpo terrenal de Cristo, y ¡tenemos un mensaje que ya está expulsando al mal! Es un mensaje de amor, que tiene el poder de cambiar al mundo y esto sucede cada vez que Jesús, por medio de nosotros, llega a los demás, les habla a otros a través de nosotros, y nos capacita para ser como él, para que nosotros realmente vivamos el mensaje.
¿Te has preguntado por qué Dios "permite" que continúe el mal? No es su culpa.
Jesús ganó la batalla contra el mal hace más de 2000 años, cuando conquistó el poder del pecado viviendo una vida santa, cargando nuestros pecados hasta la Cruz y superando a la muerte y a la destrucción por medio de su resurrección. Estamos llamados a aprender de su ejemplo y a actuar conforme a él.
Hoy traemos la misma victoria al mundo al "vivir una vida digna de nuestro llamado," tratando a los demás (a todos los demás) con "humildad, amabilidad y paciencia, aceptándose mutuamente con amor" gracias al poder del Espíritu Santo de Cristo "que es la fuerza vinculante de la paz." Así es como derrotamos al mal utilizando el poder de Jesús.
Mandar fuerzas militares contra dictadores malignos y grupos terroristas nos puede dar algo de protección y calma internacional, pero de manera temporal, pero, sin embargo, este tipo de victoria no detiene al mal de la violencia, ni a las fuentes demoníacas de la maldad. Tanto nosotros como nuestros enemigos tenemos que desear vivir juntos en paz, y así las calcomanías de los autos con los lemas "dale una oportunidad a la paz" y "hagan el amor no la guerra" tendrán sentido.
De igual modo, poner a los criminales en prisión no detendrá al mal que ellos le hacen a la sociedad, no es suficiente: no los salva a ellos de sus pecados, ni sana el daño que le hicieron a otros. Y la pena de muerte con seguridad no detendrá al mal.
En el pasaje del Evangelio de hoy, vemos a un hombre que merecía ser castigado. Y la gente (y su dinero) tenía que ser protegida de él. Durante la ocupación Romana, los recaudadores de impuestos judíos hicieron un modo de vida de esa actividad, al sobrevaluar los impuestos que le cobraban a su propia gente y quedándose con el vuelto. Siendo un recaudador exitoso, Mateo era tramposo, mentiroso, traidor y ladrón. ¿Conoces a algunos tramposos y mentirosos? ¿Te ha traicionado alguien? ¿Te han robado?
Jesús vio más allá de los pecados de Mateo y encontró un lugar en su corazón, donde todavía había bondad. Si queremos conquistar al mal, es ahí donde nosotros también debemos mirar. Dentro de cada uno -- aún los terroristas, asesinos, los que dispararon en la última masacre en su lugar natal -- hay una joya preciosa, el tipo de persona que Dios creó, cuando los hizo a su propia imagen, en el momento que fueron concebidos dentro del vientre materno.
[Continúa ...]
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Trayendo Buenas Nuevas. Las edificantes reflexiones de Terry Modica hacen que las Escrituras de la Misa Diaria sean significativas para tu vida diaria.
Para que el mensaje de amor de Cristo salga a todo el mundo y lo transforme lo suficiente para prevenir que los malhechores se vuelvan en malvados, en primer lugar tenemos que vivirlo a diario en nuestras vidas y difundirlo conscientemente. ¡Todos los días! Tenemos que sobreponernos a nuestros propios comportamientos que están en contra del amor. Tenemos que vivir lo que dice Efesios 4 en todas las situaciones. Tenemos que ser tan buenos en esto que realmente invitemos a los demás a hacer lo mismo. Y tenemos que inspirar a más Cristianos para que hagan lo mismoa muchos más.
No podemos convertir a los malhechores que no quieren cambiar, pero ciertamente podremos difundir el regalo de paz de manera más amplia de lo que lo hemos estado haciendo. Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal. ¿No es el momento que el Cuerpo de Cristo en la Tierra empiece a hacer una diferencia mayor en el mundo? ¿Qué estás haciendo tú para promover su misión?
Para más sobre este tema, utiliza nuestro podcast: "¿Cuáles son los sueños de Dios para ti?" en https://gnm-es.org/camino36
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No podemos convertir a los malhechores que no quieren cambiar, pero ciertamente podremos difundir el regalo de paz de manera más amplia de lo que lo hemos estado haciendo. Todo acto de amor frente al mal, derrota al mal. ¿No es el momento que el Cuerpo de Cristo en la Tierra empiece a hacer una diferencia mayor en el mundo? ¿Qué estás haciendo tú para promover su misión?
Para más sobre este tema, utiliza nuestro podcast: "¿Cuáles son los sueños de Dios para ti?" en https://gnm-es.org/camino36
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Good News Catholic Podcasts
¿Cuáles son los Sueños de Dios para Ti? - Camino al Cielo Podcasts
What's your purpose? What are your dreams? What are God's dreams for you? To figure that out, consider: What energizes you?
Esta reflexión es de Good News Ministries @ https://buenasnuevascatolicas.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/2024-04-28/
Escucha esta reflexión @ https://reflexionesbuenasnuevas.podbean.com/e/5EasterSun-Bsp
LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Eres más valioso de lo que crees. Dios quiere que produzcas los frutos de Cristo - y más.
5to. Domingo de Pascua
Abril 28, 2024
Hechos 9, 26-31
Salmo 22 (21), 26-28. 30-32
1 Juan 3, 18-24
Juan 15, 1-8
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042824.cfm
Cómo Dios detiene al mal
Como vemos en la lectura del Evangelio de este domingo, todos los que pertenecemos a Cristo somos sarmientos de una vid. Jesús es la vid y, dado que todos estamos unidos a él, compartimos el mismo llamado: dar buen fruto. Y no cualquier fruto que parezca bueno, sino el mismo fruto que Jesús produjo.
No obstante, ¡muchos de nosotros subestimamos qué importante es esto! Tú eres más valioso de lo que crees. Dios quiere que produzcas los frutos de Cristo -- ¡y más aún! Hoy en día demasiados cristianos se conforman con la mediocridad. Mientras tengamos un poco de satisfacción personal por ser cristianos, nos sentimos satisfechos demasiado fácilmente. Mientras estemos ayudando a algunas personas con nuestra amabilidad o generosidad o amor, creemos que Dios está satisfecho con los buenos frutos que estamos produciendo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay tanto mal en el mundo? ¿Por qué Dios no levanta su mano todopoderosa contra la guerra, contra la corrupción en el gobierno, contra la codicia de los gerentes con altos salarios que despiden a sus empleados mientras se otorgan a sí mismos grandes ventajas, contra los perpetradores de abusos físicos y emocionales, contra la legislación que discrimina la fe católica, contra los crecientes índices de criminalidad, o contra cualquier mal que esté corrompiendo nuestro mundo?
¿Por qué no hace algo Dios?
En realidad ¡lo hace! No obstante, lo hace de la misma forma en que hace crecer las uvas. La fuerza vital de la vid (Jesús) viaja a través de la viña hacia los pequeños sarmientos (tú y yo y todos los cristianos) que producen uvas. Cuanto más abiertos estemos al alimento que nos da Cristo, más frutos producirá Jesús a través nuestro. ¡Pero las uvas no deberían quedarse allí!
Somos alimentados por Cristo para que llevemos al mundo sus frutos abundantes. Debemos crecer fuertes y saludables, ramificarnos y usar todo lo que hemos recibido de Cristo para el bien de los demás.
El mal será detenido siempre que nosotros los cristianos continuemos el ministerio terrenal de Cristo. La victoria sobre el mal proviene de Cristo, es decir, a través de nosotros desde Cristo. La santidad en el mundo proviene del Espíritu Santo de Cristo transformándolo activamente a través de nuestra santidad.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Estás haciendo todo lo que puedes para que crezcan las mejores uvas en tu sarmiento de la viña de Cristo? ¿Cuán saludable es tu conexión con Cristo? ¿Qué necesita ser podado en tu vida, porque no está produciendo abundantes frutos?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Nombra algunas de las cosas que hacemos para fertilizar los viñedos. ¿Qué ha ayudado a tu rama para que crezca más fuerte y que de más frutos? ¿Cómo entorpece el crecimiento de buenos frutos -- frutos que derroten al mal -- el ignorar la necesidad de ser podados?
➤ Para recibir las Reflexiones de las Buenas Nuevas por correo o mensaje de texto ve a https://gnm-es.org/reciba-las-reflexiones-diarias/.
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1 Juan 3, 18-24
Juan 15, 1-8
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Cómo Dios detiene al mal
Como vemos en la lectura del Evangelio de este domingo, todos los que pertenecemos a Cristo somos sarmientos de una vid. Jesús es la vid y, dado que todos estamos unidos a él, compartimos el mismo llamado: dar buen fruto. Y no cualquier fruto que parezca bueno, sino el mismo fruto que Jesús produjo.
No obstante, ¡muchos de nosotros subestimamos qué importante es esto! Tú eres más valioso de lo que crees. Dios quiere que produzcas los frutos de Cristo -- ¡y más aún! Hoy en día demasiados cristianos se conforman con la mediocridad. Mientras tengamos un poco de satisfacción personal por ser cristianos, nos sentimos satisfechos demasiado fácilmente. Mientras estemos ayudando a algunas personas con nuestra amabilidad o generosidad o amor, creemos que Dios está satisfecho con los buenos frutos que estamos produciendo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay tanto mal en el mundo? ¿Por qué Dios no levanta su mano todopoderosa contra la guerra, contra la corrupción en el gobierno, contra la codicia de los gerentes con altos salarios que despiden a sus empleados mientras se otorgan a sí mismos grandes ventajas, contra los perpetradores de abusos físicos y emocionales, contra la legislación que discrimina la fe católica, contra los crecientes índices de criminalidad, o contra cualquier mal que esté corrompiendo nuestro mundo?
¿Por qué no hace algo Dios?
En realidad ¡lo hace! No obstante, lo hace de la misma forma en que hace crecer las uvas. La fuerza vital de la vid (Jesús) viaja a través de la viña hacia los pequeños sarmientos (tú y yo y todos los cristianos) que producen uvas. Cuanto más abiertos estemos al alimento que nos da Cristo, más frutos producirá Jesús a través nuestro. ¡Pero las uvas no deberían quedarse allí!
Somos alimentados por Cristo para que llevemos al mundo sus frutos abundantes. Debemos crecer fuertes y saludables, ramificarnos y usar todo lo que hemos recibido de Cristo para el bien de los demás.
El mal será detenido siempre que nosotros los cristianos continuemos el ministerio terrenal de Cristo. La victoria sobre el mal proviene de Cristo, es decir, a través de nosotros desde Cristo. La santidad en el mundo proviene del Espíritu Santo de Cristo transformándolo activamente a través de nuestra santidad.
Preguntas para la Reflexión Personal:
¿Estás haciendo todo lo que puedes para que crezcan las mejores uvas en tu sarmiento de la viña de Cristo? ¿Cuán saludable es tu conexión con Cristo? ¿Qué necesita ser podado en tu vida, porque no está produciendo abundantes frutos?
Preguntas para Compartir la Fe en Comunidad:
Nombra algunas de las cosas que hacemos para fertilizar los viñedos. ¿Qué ha ayudado a tu rama para que crezca más fuerte y que de más frutos? ¿Cómo entorpece el crecimiento de buenos frutos -- frutos que derroten al mal -- el ignorar la necesidad de ser podados?
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Buenas Nuevas Católicas
Cómo Dios detiene al mal
Eres más valioso de lo que crees. Dios quiere que produzcas los frutos de Cristo - y más. Cómo Dios detiene al mal.
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: La fe surge de tener una relación de amor con Dios.
Lunes de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora de la Iglesia
Abril 29, 2024
Hechos 14, 5-18
Salmo 115 (113), 1-4.15-16
Juan 14, 21-26
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042924.cfm
Aprendiendo del Espíritu Santo acerca del Amor
Jesús dice en el Evangelio de hoy que el amor es la clave para la unión con Dios. Amarlo, dice, implica valorarlo y abrazarlo tan estrechamente que también apreciamos sus caminos y deseamos imitarlo. Abrazamos sus enseñanzas, sus formas de manejar problemas, su disponibilidad al perdón, su servicio y su Espíritu Santo.
Hmmm, ¿podemos ser realmente así de amorosos? ¡Jesús nos asegura que el Espíritu Santo nos enseñará todo lo que necesitamos saber para que realmente podemos amar como él!
En la primera lectura de hoy, Pablo y Bernabé sanan a un hombre cojo con Jesús. Es su amor por Jesús y su compañerismo con el Espíritu Santo lo que despertó su compasión por el hombre lisiado y les permitió hacer el milagro. A través de la guía del Espíritu Santo, sintieron la vocación de acercarse a él y el coraje de gritar en voz alta, en público: "¡Levántate!" antes de que tuvieran alguna evidencia de que sus oraciones funcionarían.
Siempre que ayudamos a otros, nos estamos asociando con el Espíritu Santo. Es esta Persona de la Trinidad quien nos permite ir más allá de nuestras habilidades humanas para que realmente vivamos en el reino de las habilidades de Cristo.
Observa cómo Pablo confió en esta asociación: miró "atentamente" al hombre. ¿Por qué? Sospecho que él estaba preguntando en silencio al Espíritu Santo si el hombre tenía la fe para recibir el amor sanador de Dios. Luego confió en el Espíritu Santo para proporcionar la sanación que el nivel de fe del hombre permitió. Él sabía que la fe proviene de tener una relación de amor con Dios. La fe no es un poder. Es una unión con aquel que tiene el poder. El amor es la salida de ese poder.
El Espíritu Santo responde las oraciones de las personas a través de nosotros. Pero esta asociación no funcionará a menos que amemos tanto a Jesús que abracemos su amor por los demás. Las oraciones sin respuesta son muy a menudo culpa de los cristianos que se niegan a extender la presencia de Cristo en la tierra a través de sus propias manos, sus propios pies, su propia voz, sus propias acciones y ministerio - en el amor.
Nuestro amor falta si vemos una necesidad que podemos abordar con la ayuda de Dios pero nos alejamos diciendo: "Dios se encargará de eso sin mí".
Después de la resurrección, Jesús pudo haber reanudado sus actividades normales en el ministerio. Imagínese cuán rápido se habría extendido el cristianismo si se hubiera hecho visiblemente conocido por el público. Incluso los obstinados fariseos habrían caído de rodillas en adoración si hubiera aparecido en la plaza del pueblo predicando y sanando, y probando que era real al mostrar las marcas de la cruz que lo había matado. Pero como las historias en el Libro de Hechos lo dejan claro, eligió compartir su Espíritu Santo con sus discípulos, quienes somos ahora nosotros, para continuar su ministerio de amor.
Tenemos cursos fáciles en la web acerca del Espíritu Santo, utilizando podcasts para ayudarte. Ve a https://footstepstoheaven.com/camino-al-cielo/espiritu-santo/.
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Lunes de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora de la Iglesia
Abril 29, 2024
Hechos 14, 5-18
Salmo 115 (113), 1-4.15-16
Juan 14, 21-26
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Aprendiendo del Espíritu Santo acerca del Amor
Jesús dice en el Evangelio de hoy que el amor es la clave para la unión con Dios. Amarlo, dice, implica valorarlo y abrazarlo tan estrechamente que también apreciamos sus caminos y deseamos imitarlo. Abrazamos sus enseñanzas, sus formas de manejar problemas, su disponibilidad al perdón, su servicio y su Espíritu Santo.
Hmmm, ¿podemos ser realmente así de amorosos? ¡Jesús nos asegura que el Espíritu Santo nos enseñará todo lo que necesitamos saber para que realmente podemos amar como él!
En la primera lectura de hoy, Pablo y Bernabé sanan a un hombre cojo con Jesús. Es su amor por Jesús y su compañerismo con el Espíritu Santo lo que despertó su compasión por el hombre lisiado y les permitió hacer el milagro. A través de la guía del Espíritu Santo, sintieron la vocación de acercarse a él y el coraje de gritar en voz alta, en público: "¡Levántate!" antes de que tuvieran alguna evidencia de que sus oraciones funcionarían.
Siempre que ayudamos a otros, nos estamos asociando con el Espíritu Santo. Es esta Persona de la Trinidad quien nos permite ir más allá de nuestras habilidades humanas para que realmente vivamos en el reino de las habilidades de Cristo.
Observa cómo Pablo confió en esta asociación: miró "atentamente" al hombre. ¿Por qué? Sospecho que él estaba preguntando en silencio al Espíritu Santo si el hombre tenía la fe para recibir el amor sanador de Dios. Luego confió en el Espíritu Santo para proporcionar la sanación que el nivel de fe del hombre permitió. Él sabía que la fe proviene de tener una relación de amor con Dios. La fe no es un poder. Es una unión con aquel que tiene el poder. El amor es la salida de ese poder.
El Espíritu Santo responde las oraciones de las personas a través de nosotros. Pero esta asociación no funcionará a menos que amemos tanto a Jesús que abracemos su amor por los demás. Las oraciones sin respuesta son muy a menudo culpa de los cristianos que se niegan a extender la presencia de Cristo en la tierra a través de sus propias manos, sus propios pies, su propia voz, sus propias acciones y ministerio - en el amor.
Nuestro amor falta si vemos una necesidad que podemos abordar con la ayuda de Dios pero nos alejamos diciendo: "Dios se encargará de eso sin mí".
Después de la resurrección, Jesús pudo haber reanudado sus actividades normales en el ministerio. Imagínese cuán rápido se habría extendido el cristianismo si se hubiera hecho visiblemente conocido por el público. Incluso los obstinados fariseos habrían caído de rodillas en adoración si hubiera aparecido en la plaza del pueblo predicando y sanando, y probando que era real al mostrar las marcas de la cruz que lo había matado. Pero como las historias en el Libro de Hechos lo dejan claro, eligió compartir su Espíritu Santo con sus discípulos, quienes somos ahora nosotros, para continuar su ministerio de amor.
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Tarjetas de Oración
Oraciones diarias, cortas, a veces por audio, a veces en texto. Generalmente relacionadas con las Reflexiones de las Buenas Nuevas del día.
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Un corazón roto nunca será totalmente sanado por aquellos que lo lastimaron; sólo puede ser sanado por Jesús.
Martes de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San Pio V, Papa
Abril 30, 2024
Hechos 14, 19-28
Salmo 144, 10-13ab.21
Juan 14, 27-31a
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/043024.cfm
Paz para los corazones atribulados
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos asegura que en él no hay razón para temer ni para que nuestros corazones estén preocupados. Lo opuesto a un corazón atribulado es la paz pero, muy a menudo, buscamos una clase de paz que no es la correcta, dice Jesús.
Cuando un cónyuge o un amigo discute con nosotros, tratamos de recuperar la paz probando que tenemos razón o haciendo que la otra persona esté de acuerdo con nosotros. ¿Y cuando eso no funciona? ¿Cómo podemos encontrar paz? Tal vez castiguemos a la otra persona usando el "tratamiento del silencio" o rechazando el pasar unos buenos momentos juntos hasta que obtengamos una disculpa. Y cuando esto no produce paz ¿qué?
Para cada situación preocupante, tratamos una multitud de formas mundanas de sentirnos nuevamente en paz: nos anestesiamos con alcohol, drogas, adicción a la comida o sumergiéndonos en el trabajo. Insistimos en nuestras ideas, nos retraemos o le tiramos el problema a otro y escapamos. Culpamos a otros para calmar nuestra propia culpa. ¿Y cuando esto no logra calmar nuestros temores o suavizar nuestros corazones atribulados? -- ¿Entonces qué?
Incluso, cuando nuestras pruebas finalizan, nuestros corazones atribulados nunca están completamente satisfechos. Cuando nos hemos quemado una vez, nos escapamos de cualquier llama parpadeante, asustados de que cualquier chispa pueda explotar y quemarnos nuevamente. El cinismo y las barreras de protección que nos apartan de los demás son signos claros de que no estamos buscando en Jesús la paz que sólo él puede darnos.
Jesús dice: "Mi paz no es como la que da el mundo." Su paz es un don que descubrimos sólo cuando nos unimos a su vida y a su Espíritu Santo. Un corazón roto nunca será sanado completamente por aquellos que lo lastimaron, sólo puede ser sanado por Jesús.
Ya que nadie puede vencer al mal completamente, excepto Jesús y, dado que él venció al "príncipe del mundo" con su sacrificio y resurrección, sólo su amor puede satisfacernos completamente. Pero, para recibir plenamente su amor y su paz, tenemos que dejar de insistir en querer recibirlo de parte de aquellos que nos lastiman. Sí, deberían amarnos más; sí, deberían querer reconciliarse con nosotros y reparar algunas cosas, pero, incluso si lo hicieran, nunca podrán darnos la plenitud de amor como el que da Jesús. Entonces, ¿por qué buscar en ellos lo que no nos pueden dar? ¡Debemos mantener nuestros ojos en Jesús todo el tiempo!
Cuando en medio de nuestros problemas y temores Jesús parece distante, recuerda lo que dijo: "Me escucharon decirles 'me iré pero volveré.'" Cuando parece que se ha ido, no hemos sido abandonados. Nos ha dado su Espíritu Santo para guiarnos y consolarnos. Indudablemente él hará la voluntad del Padre para ustedes, ya que ustedes son hijos amados de Dios.
Puedes meditar una oración llamada "Conténtate Conmigo" (atribuida a San Antonio de Padua) en https://buenasnuevascatolicas.org/oraciones/contentate-conmigo/
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Martes de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San Pio V, Papa
Abril 30, 2024
Hechos 14, 19-28
Salmo 144, 10-13ab.21
Juan 14, 27-31a
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Paz para los corazones atribulados
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos asegura que en él no hay razón para temer ni para que nuestros corazones estén preocupados. Lo opuesto a un corazón atribulado es la paz pero, muy a menudo, buscamos una clase de paz que no es la correcta, dice Jesús.
Cuando un cónyuge o un amigo discute con nosotros, tratamos de recuperar la paz probando que tenemos razón o haciendo que la otra persona esté de acuerdo con nosotros. ¿Y cuando eso no funciona? ¿Cómo podemos encontrar paz? Tal vez castiguemos a la otra persona usando el "tratamiento del silencio" o rechazando el pasar unos buenos momentos juntos hasta que obtengamos una disculpa. Y cuando esto no produce paz ¿qué?
Para cada situación preocupante, tratamos una multitud de formas mundanas de sentirnos nuevamente en paz: nos anestesiamos con alcohol, drogas, adicción a la comida o sumergiéndonos en el trabajo. Insistimos en nuestras ideas, nos retraemos o le tiramos el problema a otro y escapamos. Culpamos a otros para calmar nuestra propia culpa. ¿Y cuando esto no logra calmar nuestros temores o suavizar nuestros corazones atribulados? -- ¿Entonces qué?
Incluso, cuando nuestras pruebas finalizan, nuestros corazones atribulados nunca están completamente satisfechos. Cuando nos hemos quemado una vez, nos escapamos de cualquier llama parpadeante, asustados de que cualquier chispa pueda explotar y quemarnos nuevamente. El cinismo y las barreras de protección que nos apartan de los demás son signos claros de que no estamos buscando en Jesús la paz que sólo él puede darnos.
Jesús dice: "Mi paz no es como la que da el mundo." Su paz es un don que descubrimos sólo cuando nos unimos a su vida y a su Espíritu Santo. Un corazón roto nunca será sanado completamente por aquellos que lo lastimaron, sólo puede ser sanado por Jesús.
Ya que nadie puede vencer al mal completamente, excepto Jesús y, dado que él venció al "príncipe del mundo" con su sacrificio y resurrección, sólo su amor puede satisfacernos completamente. Pero, para recibir plenamente su amor y su paz, tenemos que dejar de insistir en querer recibirlo de parte de aquellos que nos lastiman. Sí, deberían amarnos más; sí, deberían querer reconciliarse con nosotros y reparar algunas cosas, pero, incluso si lo hicieran, nunca podrán darnos la plenitud de amor como el que da Jesús. Entonces, ¿por qué buscar en ellos lo que no nos pueden dar? ¡Debemos mantener nuestros ojos en Jesús todo el tiempo!
Cuando en medio de nuestros problemas y temores Jesús parece distante, recuerda lo que dijo: "Me escucharon decirles 'me iré pero volveré.'" Cuando parece que se ha ido, no hemos sido abandonados. Nos ha dado su Espíritu Santo para guiarnos y consolarnos. Indudablemente él hará la voluntad del Padre para ustedes, ya que ustedes son hijos amados de Dios.
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Para dar los buenos frutos de Jesús, dejemos que Dios pode todo aquello que no viene de Él.
Miércoles de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San José Obrero
Mayo 1, 2024
Hechos 15, 1-6
Salmo 121, 1-5
Juan 15, 1-8
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050124.cfm
Dando más frutos en la viña
¿Está haciendo una diferencia tu vida? ¿Se están acercando las personas más a Dios como resultado de pasar tiempo contigo? (¡Y no estoy queriendo decir que tienen que correr a buscar a Dios pidiéndole ayuda porque tú estás causándoles problemas!) Si estás conectado con Jesús, como el sarmiento a la vid de la lectura del Evangelio de hoy, entonces la respuesta es sí, estás haciendo una diferencia, estás evangelizando al mundo alrededor tuyo.
¿Se sienten atraídas las personas hacia ti? ¿Desean estar cerca de ti por el amor que compartes? Cuando otros pasan por dificultades ¿buscan tus oraciones, sabiduría, comprensión compasiva o algún otro atributo de Cristo? Si es así, entonces tú estás dando frutos en la viña.
Todos necesitamos ser podados para que nuestras viñas estén más injertadas en Jesús y así producir mejores frutos. A veces raspamos a otros con ramas muertas que están sin hojas, duras y rotas. Es doloroso ser podados de estas ramitas desagradables, enfermas y venenosas, pero es bueno que el Padre se preocupe lo suficiente como para cortarlas. La poda permite el crecimiento y, así, nos volvemos más fuertes y hermosos.
En la primera lectura de hoy tenemos un ejemplo de cristianos bien intencionados que han lastimado a otros con sus ramas viejas. Al igual que los fariseos, se colgaron de viejas prácticas legales judías, insistiendo en que los gentiles debían convertirse y adherirse a todas las leyes mosaicas. Pero, en los versículos siguientes, vemos que Dios podía podarlos porque se habían injertado en Jesús. Escucharon a Pablo y a Bernabé y permitieron que el Espíritu Santo cambiara sus mentes.
Jesús quiere llevar paz a otros a través de ti. Para dar buenos frutos, deja que Dios pode todo lo que no viene de Jesús:
Ven a Mí, Mi amigo
Te llamo a una entrega mayor de ti mismo
Te llamo a que vengas a Mí
Te llamo a que vengas a Mi libertad
Libera tu corazón
Entrégate a Mí nuevamente hoy
Ven a Mí, Mi amigo
Te daré todo lo que necesitas
Cree y confía en Mí
Sé que no comprenderás
Sólo sabe que Mi camino es el camino perfecto
Mi plan es un plan perfecto para tu vida
Vuélvete a Mí nuevamente hoy
Quiero profundizar Mi vida en ti
Deseo darte Mi amor
Mi amigo, quiero transformarte,
hacer de ti una nueva creación,
siempre nueva, siempre cambiando.
Quiero llevarte a una libertad más profunda
Quiero que creas en Mi poder
para transformarte, para sanarte.
No limites lo que puedo hacer
Todavía hay mucho MÁS
que quiero hacer contigo y a través de ti.
Te llamo a una fe más profunda
para que Yo pueda ser más
poderoso en ti.
(Escrito por el Padre Jim Ferry, citado en su Tarjeta Conmemorativa cuando murió en 1989.)
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Para dar los buenos frutos de Jesús, dejemos que Dios pode todo aquello que no viene de Él.
Miércoles de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San José Obrero
Mayo 1, 2024
Hechos 15, 1-6
Salmo 121, 1-5
Juan 15, 1-8
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Dando más frutos en la viña
¿Está haciendo una diferencia tu vida? ¿Se están acercando las personas más a Dios como resultado de pasar tiempo contigo? (¡Y no estoy queriendo decir que tienen que correr a buscar a Dios pidiéndole ayuda porque tú estás causándoles problemas!) Si estás conectado con Jesús, como el sarmiento a la vid de la lectura del Evangelio de hoy, entonces la respuesta es sí, estás haciendo una diferencia, estás evangelizando al mundo alrededor tuyo.
¿Se sienten atraídas las personas hacia ti? ¿Desean estar cerca de ti por el amor que compartes? Cuando otros pasan por dificultades ¿buscan tus oraciones, sabiduría, comprensión compasiva o algún otro atributo de Cristo? Si es así, entonces tú estás dando frutos en la viña.
Todos necesitamos ser podados para que nuestras viñas estén más injertadas en Jesús y así producir mejores frutos. A veces raspamos a otros con ramas muertas que están sin hojas, duras y rotas. Es doloroso ser podados de estas ramitas desagradables, enfermas y venenosas, pero es bueno que el Padre se preocupe lo suficiente como para cortarlas. La poda permite el crecimiento y, así, nos volvemos más fuertes y hermosos.
En la primera lectura de hoy tenemos un ejemplo de cristianos bien intencionados que han lastimado a otros con sus ramas viejas. Al igual que los fariseos, se colgaron de viejas prácticas legales judías, insistiendo en que los gentiles debían convertirse y adherirse a todas las leyes mosaicas. Pero, en los versículos siguientes, vemos que Dios podía podarlos porque se habían injertado en Jesús. Escucharon a Pablo y a Bernabé y permitieron que el Espíritu Santo cambiara sus mentes.
Jesús quiere llevar paz a otros a través de ti. Para dar buenos frutos, deja que Dios pode todo lo que no viene de Jesús:
Ven a Mí, Mi amigo
Te llamo a una entrega mayor de ti mismo
Te llamo a que vengas a Mí
Te llamo a que vengas a Mi libertad
Libera tu corazón
Entrégate a Mí nuevamente hoy
Ven a Mí, Mi amigo
Te daré todo lo que necesitas
Cree y confía en Mí
Sé que no comprenderás
Sólo sabe que Mi camino es el camino perfecto
Mi plan es un plan perfecto para tu vida
Vuélvete a Mí nuevamente hoy
Quiero profundizar Mi vida en ti
Deseo darte Mi amor
Mi amigo, quiero transformarte,
hacer de ti una nueva creación,
siempre nueva, siempre cambiando.
Quiero llevarte a una libertad más profunda
Quiero que creas en Mi poder
para transformarte, para sanarte.
No limites lo que puedo hacer
Todavía hay mucho MÁS
que quiero hacer contigo y a través de ti.
Te llamo a una fe más profunda
para que Yo pueda ser más
poderoso en ti.
(Escrito por el Padre Jim Ferry, citado en su Tarjeta Conmemorativa cuando murió en 1989.)
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Obedecer por amor es el resultado de una fe madura.
Jueves de la 5ta. Semana de Pascua
Memorial de San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia
Mayo 2, 2024
Hechos 15, 7-21
Salmo 95, 1-3.10
Juan 15, 9-11
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050224.cfm
El gozo sobrenatural de obedecer por amor
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús detalla los tres elementos básicos de la fe: obediencia, amor y gozo. El amor es el centro; incluye obediencia y gozo. Cuando desobedecemos, es porque no comprendemos por qué no es una conducta amorosa; no nos damos cuenta que nuestro pecado interfiere con nuestra capacidad de amar y ser amado. Por otra parte, cuando obedecemos porque amamos, experimentamos gran gozo.
Obedecer porque amamos es de una fe madura. De niños, primero obedecíamos porque temíamos el castigo. Para experimentar gozo, debemos abandonar las razones infantiles por las cuales obedecemos los mandamientos de Dios. La obediencia adulta es esta: amamos a Dios tanto que deseamos seguir a Jesús de cualquier forma y en cualquier circunstancia, porque sabemos que Él nos ama y que sus mandamientos están basados siempre en el amor (incluso cuando no comprendemos cómo puede ser esto) y sabemos que podemos confiar en Él. Sería tonto no obedecer.
Y amamos tanto a los demás que no queremos pecar contra ellos.
El amor es como el aire a nuestro alrededor: podemos encerrarnos y nunca respirarlo y, así, nos morimos. De la misma manera, podemos cerrar nuestros corazones y nunca recibir el amor proveniente de Dios en cada momento y, así, nuestras almas lentamente mueren. Pero, cuando obedecemos a Dios, imitando la santidad de Cristo, siguiendo sus mandamientos, nos unimos a Él y, así, estamos sumergidos en su amor y experimentamos un gozo sobrenatural.
Si realmente comprendemos lo que sucede en el Sacramento de la Reconciliación, el gozo es nuestro primer sentimiento cuando salimos del confesionario. Es un gozo que surge de redescubrir que, a pesar de nuestra desobediencia, Dios aún nos ama y que, al reconciliarnos con Él, nos hemos abierto a recibir y experimentar, nuevamente, su amor más plenamente.
Considera cualquier mandamiento que tienes problemas para obedecer, sea de la Biblia o de las enseñanzas de la Iglesia. Pídele al Espíritu Santo que te revele de qué manera, este mandamiento, está basado en el amor. ¿De qué forma estás perdiéndote o malinterpretando el amor que yace en él?
En la primera lectura de hoy, los primeros cristianos debieron aprender a ensanchar su amor por Dios para poder incluir a los gentiles. Todos debemos permitir que Dios ensanche nuestros límites actuales para amar. Para crecer en santidad, debemos crecer más allá de nuestras formas antiguas y familiares de lidiar con las leyes que no nos gustan y las personas que no son agradables. Ese es el secreto para encontrar gozo sobrenatural.
He aquí una gran oración para comenzar cada día:
"Querido Dios, quiero obedecerte hoy; ayúdame a estar cerca de Ti. Gracias por ser tan bueno conmigo; te amo y deseo amarte más. Señor Jesús, sé mi gozo. Cuando estoy tentado a pecar, ayúdame a amar a los demás más plenamente. Quiero permanecer en Tu amor; ayúdame a obedecer al llamado a amar."
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Mayo 2, 2024
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Salmo 95, 1-3.10
Juan 15, 9-11
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El gozo sobrenatural de obedecer por amor
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús detalla los tres elementos básicos de la fe: obediencia, amor y gozo. El amor es el centro; incluye obediencia y gozo. Cuando desobedecemos, es porque no comprendemos por qué no es una conducta amorosa; no nos damos cuenta que nuestro pecado interfiere con nuestra capacidad de amar y ser amado. Por otra parte, cuando obedecemos porque amamos, experimentamos gran gozo.
Obedecer porque amamos es de una fe madura. De niños, primero obedecíamos porque temíamos el castigo. Para experimentar gozo, debemos abandonar las razones infantiles por las cuales obedecemos los mandamientos de Dios. La obediencia adulta es esta: amamos a Dios tanto que deseamos seguir a Jesús de cualquier forma y en cualquier circunstancia, porque sabemos que Él nos ama y que sus mandamientos están basados siempre en el amor (incluso cuando no comprendemos cómo puede ser esto) y sabemos que podemos confiar en Él. Sería tonto no obedecer.
Y amamos tanto a los demás que no queremos pecar contra ellos.
El amor es como el aire a nuestro alrededor: podemos encerrarnos y nunca respirarlo y, así, nos morimos. De la misma manera, podemos cerrar nuestros corazones y nunca recibir el amor proveniente de Dios en cada momento y, así, nuestras almas lentamente mueren. Pero, cuando obedecemos a Dios, imitando la santidad de Cristo, siguiendo sus mandamientos, nos unimos a Él y, así, estamos sumergidos en su amor y experimentamos un gozo sobrenatural.
Si realmente comprendemos lo que sucede en el Sacramento de la Reconciliación, el gozo es nuestro primer sentimiento cuando salimos del confesionario. Es un gozo que surge de redescubrir que, a pesar de nuestra desobediencia, Dios aún nos ama y que, al reconciliarnos con Él, nos hemos abierto a recibir y experimentar, nuevamente, su amor más plenamente.
Considera cualquier mandamiento que tienes problemas para obedecer, sea de la Biblia o de las enseñanzas de la Iglesia. Pídele al Espíritu Santo que te revele de qué manera, este mandamiento, está basado en el amor. ¿De qué forma estás perdiéndote o malinterpretando el amor que yace en él?
En la primera lectura de hoy, los primeros cristianos debieron aprender a ensanchar su amor por Dios para poder incluir a los gentiles. Todos debemos permitir que Dios ensanche nuestros límites actuales para amar. Para crecer en santidad, debemos crecer más allá de nuestras formas antiguas y familiares de lidiar con las leyes que no nos gustan y las personas que no son agradables. Ese es el secreto para encontrar gozo sobrenatural.
He aquí una gran oración para comenzar cada día:
"Querido Dios, quiero obedecerte hoy; ayúdame a estar cerca de Ti. Gracias por ser tan bueno conmigo; te amo y deseo amarte más. Señor Jesús, sé mi gozo. Cuando estoy tentado a pecar, ayúdame a amar a los demás más plenamente. Quiero permanecer en Tu amor; ayúdame a obedecer al llamado a amar."
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Haciendo bien nuestros trabajos humanos, damos a Jesús al mundo.
Fiesta de Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Mayo 3, 2024
1 Corintios 15, 1-8
Salmo 18, 2-5
Juan 14, 6-14
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050324.cfm
Haciendo obras mayores que las de Jesús
En la lectura del Evangelio de hoy, dice Jesús: "El que crea en mí hará las obras que hago yo y aún mayores." ¿Qué quiere decir? ¿Mayores que las suyas?
Empecemos con lo básico: si tú y yo realmente creemos en Jesús, queremos ser sus apóstoles. La palabra "apóstol" significa "el que es enviado." Queremos ser enviados por Jesús a ayudar a los demás para que lo conozcan y experimenten su amor. Nuestra fe nos impulsa hacia el ministerio y superación y Jesús nos da el poder de su Espíritu Santo por lo cual tendremos éxito.
¿A qué estamos siendo enviados?
Cada uno de nosotros tiene un apostolado asignado por el Padre. Así como el Padre logró sus obras a través de Jesús, así también el Padre desea lograr sus obras a través de mí -- y ¡también a través de ti! Él te ha dado un conjunto de talentos y dones que te hacen único y capaz para el divino propósito particular en tu vida. También tienes experiencias (buenas y malas) y capacitaciones que Dios quiere que pongas en buen uso.
Nuestro Padre te ha asignado un apostolado que requiere la combinación especial de habilidades personales y atributos espirituales, justo donde te encuentras en este momento -- en tu trabajo, en tu hogar, con tus relaciones, en tu iglesia, en tu vecindario. ¡Debido a tu singularidad, él no puede lograr esto con alguien más!
Jesús dice que si creemos en Él, haremos las mismas obras que él "y aún mayores." A través de su humanidad, Jesús realizó obras humanas, estas son las mismas obras que hacemos como buenas personas que somos. Las obras humanas incluyen amarse los unos a los otros, enseñar lo que hemos aprendido, compartir lo que nos fue dado, escuchar a los que necesitan hablar con alguien, trabajar duro en nuestros empleos con nuestro máximo potencial, ofrecer una mano amiga cuando vemos una necesidad, etc. Pero hasta los ateos hacen esto.
A través de su divinidad -- su unidad con el Padre -- Jesús hizo obras sobrenaturales (las "obras mayores"). A través de Jesús, tú y yo estamos unidos al Padre, y el Padre se extiende a sí mismo hacia el mundo por medio de nosotros. A través de nosotros, el Padre continua obrando milagros, las obras humanamente imposibles. Solo alguien que cree en Jesús y que confía en el Espíritu Santo puede hacer esto.
Al hacer bien nuestras obras humanas damos al mundo a Jesús. Pero a veces nuestras obras humanas requieren ayuda sobrenatural, por ejemplo cuando amar a alguien se vuelve complicado durante una larga prueba, ya que continuamente ese alguien está pecando en contra nuestra.
¿Qué quiere realizar el Padre a través de ti? Busca conocer su voluntad. ¿Cómo quiere el Padre mejorar el mundo a través de ti? Como Jesús, hacemos obras sobrenaturales cuando hacemos la voluntad del Padre. Espera sus instrucciones con los oídos bien abiertos.
Mientras tanto, entrégale (o vuelve a entregarle) a Dios tus dones, talentos, recursos, habilidades y experiencias para que las use en su reino. Ora para que el Espíritu Santo fortalezca tus virtudes y aumente tus dones para que así cuando otros se encuentren contigo, experimenten las obras humanas de Jesús y las obras divinas del Padre.
Para reflexionar más sobre este tema, utiliza nuestro video: "Llénate de gozo escuchando al Espíritu Santo" en @ https://www.youtube.com/watch?v=ShR8jHVi1rA&t=3s (con subtítulos en castellano).
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© 2023 por Terry A. Modica (Por favor, compártelo intacto.)
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LAS BUENAS NOTICIAS DE HOY: Haciendo bien nuestros trabajos humanos, damos a Jesús al mundo.
Fiesta de Santos Felipe y Santiago, Apóstoles
Mayo 3, 2024
1 Corintios 15, 1-8
Salmo 18, 2-5
Juan 14, 6-14
bible.usccb.org/es/bible/lecturas/050324.cfm
Haciendo obras mayores que las de Jesús
En la lectura del Evangelio de hoy, dice Jesús: "El que crea en mí hará las obras que hago yo y aún mayores." ¿Qué quiere decir? ¿Mayores que las suyas?
Empecemos con lo básico: si tú y yo realmente creemos en Jesús, queremos ser sus apóstoles. La palabra "apóstol" significa "el que es enviado." Queremos ser enviados por Jesús a ayudar a los demás para que lo conozcan y experimenten su amor. Nuestra fe nos impulsa hacia el ministerio y superación y Jesús nos da el poder de su Espíritu Santo por lo cual tendremos éxito.
¿A qué estamos siendo enviados?
Cada uno de nosotros tiene un apostolado asignado por el Padre. Así como el Padre logró sus obras a través de Jesús, así también el Padre desea lograr sus obras a través de mí -- y ¡también a través de ti! Él te ha dado un conjunto de talentos y dones que te hacen único y capaz para el divino propósito particular en tu vida. También tienes experiencias (buenas y malas) y capacitaciones que Dios quiere que pongas en buen uso.
Nuestro Padre te ha asignado un apostolado que requiere la combinación especial de habilidades personales y atributos espirituales, justo donde te encuentras en este momento -- en tu trabajo, en tu hogar, con tus relaciones, en tu iglesia, en tu vecindario. ¡Debido a tu singularidad, él no puede lograr esto con alguien más!
Jesús dice que si creemos en Él, haremos las mismas obras que él "y aún mayores." A través de su humanidad, Jesús realizó obras humanas, estas son las mismas obras que hacemos como buenas personas que somos. Las obras humanas incluyen amarse los unos a los otros, enseñar lo que hemos aprendido, compartir lo que nos fue dado, escuchar a los que necesitan hablar con alguien, trabajar duro en nuestros empleos con nuestro máximo potencial, ofrecer una mano amiga cuando vemos una necesidad, etc. Pero hasta los ateos hacen esto.
A través de su divinidad -- su unidad con el Padre -- Jesús hizo obras sobrenaturales (las "obras mayores"). A través de Jesús, tú y yo estamos unidos al Padre, y el Padre se extiende a sí mismo hacia el mundo por medio de nosotros. A través de nosotros, el Padre continua obrando milagros, las obras humanamente imposibles. Solo alguien que cree en Jesús y que confía en el Espíritu Santo puede hacer esto.
Al hacer bien nuestras obras humanas damos al mundo a Jesús. Pero a veces nuestras obras humanas requieren ayuda sobrenatural, por ejemplo cuando amar a alguien se vuelve complicado durante una larga prueba, ya que continuamente ese alguien está pecando en contra nuestra.
¿Qué quiere realizar el Padre a través de ti? Busca conocer su voluntad. ¿Cómo quiere el Padre mejorar el mundo a través de ti? Como Jesús, hacemos obras sobrenaturales cuando hacemos la voluntad del Padre. Espera sus instrucciones con los oídos bien abiertos.
Mientras tanto, entrégale (o vuelve a entregarle) a Dios tus dones, talentos, recursos, habilidades y experiencias para que las use en su reino. Ora para que el Espíritu Santo fortalezca tus virtudes y aumente tus dones para que así cuando otros se encuentren contigo, experimenten las obras humanas de Jesús y las obras divinas del Padre.
Para reflexionar más sobre este tema, utiliza nuestro video: "Llénate de gozo escuchando al Espíritu Santo" en @ https://www.youtube.com/watch?v=ShR8jHVi1rA&t=3s (con subtítulos en castellano).
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© 2023 por Terry A. Modica (Por favor, compártelo intacto.)
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Reflexión de las Buenas Nuevas del martes 3 de mayo, 2022 | Reflexiones de las Buenas Nuevas
Haciendo bien nuestros trabajos humanos, damos a Jesús al mundo.
Reflexiona más sobre el tema de este podcast con el video de GNM: "Llénate de gozo escuchando al Espíritu Santo" en @ https://www.youtube.com/watch?v=ShR8jHVi1rA&t=3s (con subtítulos en castellano).…
Reflexiona más sobre el tema de este podcast con el video de GNM: "Llénate de gozo escuchando al Espíritu Santo" en @ https://www.youtube.com/watch?v=ShR8jHVi1rA&t=3s (con subtítulos en castellano).…